Han sido diez años de convivencia plena, respeto mutuo y fidelidad absoluta.
En una década solo nos hemos separado quince días, los que has estado ingresada por motivos de salud.
Maldito ese fatídico, en que subiendo La Portilla, se te descontroló la temperatura produciéndote graves daños internos.
Allí, acurrucados, nos quedamos los dos esperando la llegada de las asistencias.
Hoy me siento culpable por haber aprovechado esta situación para dejarte por otra. Perdóname; los hombres somos débiles y ella, es más joven, tiene más potencia y sus medidas son envidiables.
Me alegro por que ya estás plenamente recuperada. Gozas de buena salud y la operación te ha hecho más fuerte.
Confío en que pronto encontrarás tu media naranja; esa persona que te subirá las revoluciones a tope y con la que te deseo una larga y feliz relación.
Siento haberte puesto un precio. Es una acción fea por mi parte, pero la situación me obligaba. Tengo que mantener a mi nueva compañera.
Espero que algún día sepas perdonar esta infidelidad. Por mi parte solo puedo desearte lo mejor.
¡¡HASTA SIEMPRE MI QUERIDA PARTNER!! ¡NOS VEMOS EN LA CARRETERA!!