Ir a Braganza / Viana do Castelo. (parte I)
Día 2
Amanece con vistas a la desembocadura del río Limia. Domingo 15 de septiembre y se esperan unas máximas de 28 grados. Una ducha y a desayunar. El bufet es muy variado y abundante.
Hoy vamos a ir a la playa hasta el mediodía. Tendremos que mover el coche porque está a unos cinco km. del hotel.
Cruzamos la ría por un puente de hierro y no muy lejos, encontramos la playa de Cadebelo. El calor de estos días anima a la gente a tomar el sol. Tenemos kilómetros de arena para pasear y un chiringuito para tomar un refresco. El agua del Atlántico, bastante fría.
Las dos de la tarde y se acerca la hora de comer. No hemos visto bares ni restaurantes por la zona. Si que nos hemos fijado en una zona de pinos al lado de la carretera principal. Está a unos trescientos metros de la playa y tiene bancos y mesas de madera.
Hoy toca fiambrera a la sombra de los pinos. Tenemos los filetes de jamón empanados y bebida. El café en algún bar camino de Viana.
Una ducha en el hotel para quitarnos la arena y a hacer turismo por la ciudad.
Nos ha llamado la atención el enorme puente de hierro por el que cruzamos esta mañana. El Puente Eiffel es una construcción metálica de 650 metros lineales, sobre el río Lima.
La obra, diseñada por el famoso ingeniero francés, tiene dos alturas. La inferior es para el tránsito ferroviario y la superior para el tránsito carretero. La carretera tiene dos arcenes peatonales muy utilizados por los peregrinos, camino de Santiago de Compostela.
Desde el Puente se puede contemplar unas espectaculares vistas de la desembocadura del Río Limia, así como el puerto deportivo o los pescadores realizando sus faenas.
Seguimos nuestro paseo por el margen del río, hasta llegar a la plaza donde ayer noche se celebro el concierto.
A poca distancia, en línea recta se ve fondeado un barco con el anagrama de Cruz Roja. Es un barco museo que visitaremos antes de irnos.
Perpendicular a la desembocadura del Limia, sale una de las calles principales de la localidad. Es semipeatonal y con amplias aceras. Zona comercial, donde puedes encontrar tiendas, bares, restaurantes, heladerías, pastelerías…….
La calle te lleva a la estación del tren, al hospital y a la N13. A la derecha tienes el casco histórico y a lo lejos, de frente, se puede ver el Monte de Santa Luzia y el impresionante Templo Monumento del Sagrado Corazón de Jesús.
A media tarde el cuerpo ya pide un descanso. Nos sentamos en la terraza de una pastelería. Comemos un helado y compramos pasteles variados; entre ellos, los famosos «pasteles de Belén».
El resto del día lo empleamos en recorrer calles y plazas del casco antiguo. Fotos a la Catedral, las Iglesias, esculturas y edificios gubernamentales.
Cenamos un plato combinado en un bar restaurante brasileño. Café y al hotel a descansar.
Gil Eantes, barco Museo (parte III)