Belarmino García nace en Castrocalbón en 1916 y fallece en 1999, a los 83 años de edad.

Su juventud se ve alterada por el violento conflicto Civil del 36. En los años posteriores se vive una época muy mala. España en general y Castrocalbón en particular, padecen escasez y necesidad debido a los estragos producidos por la Guerra Civil.

Al igual que el 99% de los vecinos del pueblo, Belarmino es un hombre sin estudios académicos.

Profesionalmente, se dedica a la construcción. Forma una familia al lado de su esposa Josefa Turrado; con la que tiene tres hijos, José Antonio, Carmen y Ceclarina.

Basándonos en algunas de sus poesías y escuchando anécdotas e historias contadas, nos aventuramos a decir que Belarmino era una persona bromista y con humor.

Un poeta de la calle; de los que no necesitan estudiar. Un hombre que nace con una habilidad y un don, que el resto no tenemos. El don del manejo de las palabras y la habilidad para construir versos y rimas.

Su poesía más conocida y a la vez más polémica es la de los «motes».

Esta poesía hace mención a todos los vecinos ( que en aquella época no eran pocos), de la calle El Valle, La Plaza de la Cruz y parte de La Carretera; junto con sus respectivos motes (la mayoría de los vecinos tenían varios).

Posiblemente, por la conflictividad que alberga la poesía, esta no se conservó escrita y con el paso del tiempo se fue olvidando.

Algún fragmento puede quedar almacenado en la memoria de la gente.

Desde adolescente siempre he recordado la Canción del Pirata de Espronceda y el principio de la poesía del «Ti Belarmino», que hoy comparto con todos vosotros:

» Tiro por la Arquilla abajo

hasta la cima de El Palacio.

Si voy calle La Iglesia,

o castañales abajo.

Dirijo la vista al norte,

una acción bien acertada,

y me encuentro la morada

de una Virgen venerada.

¿Quién no conoce el pueblo,

villa de Castrocalbón?.

La casita de esta Virgen

que llaman la Concepción.

Haciéndole una visita

y rezándole una salve,

me aconsejó que bajara

por la calle de El Valle.

Bajo por las castañales

desairado y pensativo,

y me encuentro por sorpresa

con Esteban, su madre y Primitivo.

Conversando con ellos un poco,

pues la prisa no era mucha,

y acompañando a la charla

Mercedes y Pepe el ………»

Nota: » Nuestro agradecimiento a David y María Isabel, nietos de Belarmino, por facilitarnos la foto y los datos necesarios»

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